El plantel de Boca se entrenó con todo pensando en lo que se viene: Superliga y, sobre todo, la semifinal por Copa con River.

Tres semanas separan al mundo del fútbol de la primera semifinal de la Copa Libertadores entre River y Boca. Del superclásico copero. Y de a poco -o no tanto- Gustavo Alfaro empieza a preparar a sus futbolistas para compromisos de semejante trascendencia. Si bien el lunes el plantel xeneize ya había regresado a los entrenamientos luego de haber tenido libre el fin de semana, este martes intensificó los trabajos y definitivamente puso primera de cara a lo que se viene.

Bajo la atenta mirada de Lechuga, a las 9.30 de la mañana, bien puntual. arrancaron los ejercicios de fuerza y resistencia física. Cortito, sí, pero muy intenso: entrada en calor y, rapidito, pasadas de 20 metros a toda velocidad con sogas, elásticos y pesas.

De ahí, agüita de por medio, derecho a ponerse en contacto con la pelota. En espacios reducidos, tres equipos diferentes en la misma cancha distiguidos por el color de la pechera. Y de nuevo, casi sin interrupciones, muy intenso. No había descanso.

Para cerrar, un 9 vs. 9, en el que, por ejemplo, se vieron sociedades interesantes como las de Marcone y De Rossi en el mediocampo o Tevez y Soldano en el ataque. ¿Indicios del 11 que recibirá e domingo a Estudiantes por Superliga? Todavía falta.

El largo rato que usaron los futbolistas para elongar sus músculos fue una prueba evidente de la intensidad del entrenamiento. Definitivamente, en el comienzo de lo que serán dos meses clave, Boca puso primera.