Fútbol

GALLARDO LO SUFRIÓ, PERO ALMIRÓN LO PERDIÓ

En la vuelta de los bombos, el Monumental estuvo en suspenso cuando abundaba el empate granate, pero su técnico movió y perdió, y el Muñeco sonrió

En la noche del 25 de Junio, el Millonario recibió a Lanús por la fecha 5 del Torneo Binance, en el estadio Antonio Vespucio Liberti, dónde logró imponerse por la minina del 2 a 1 dónde estuve con la soga atada al cuello casi todo el segundo tiempo. Jorge Almiron, sacó a Belmonte, quien hizo buen partido y desarmó el juego táctico.

PRIMER TIEMPO

River atacó con de todo, algo que ya estamos acostumbrados a ver en el equipo de Núñez, que venía dando muestras de desgaste futbolístico, pero aparentemente ya todo está en su lugar y lo demostraron la fecha pasada en Santa Fe, cuando superaron a Unión por 5 a 1.

Metiendo nos de lleno en el juego, el Granate esperaba agasapado un contraataque letal (Que lo iba a tener), mientras que el Millonario buscaba los huecos (Que los iba a encontrár).

El primer tanto llegó de la mano de José Paradela, el hijo pródigo de Marcelo Gallardo. Recibió el balón dentro del área, encaro, levantó la mirada y remató para ponerla al palo más lejano de Monetti.

Braian Romero se encargó de estirar el marcador a los 32′ de juego. Le quedó la pelota en el área chica y de media vuelta enganchó el esférico para mandarla al fondo de la red.

Pero rápidamente llegó el descuento de los del Sur, una excelente jugada desde el sector izquierdo de la cancha, puso mano a mano al «Laucha» Acosta que solamente tuvo que empujar la redonda para que pase la línea del gol.

SEGUNDO TIEMPO

En el complemento, el «Muñeco» y compañía lo transpiraron muchísimo, ya que Lanús se adelantó y busco el empate desididamente.

Logró la visita una parcialidad en el juego que tanto fue así, que los centrales Millonarios no dieron respuestas seguras en el fondo.

Pese a eso, el marcador no cambió, y cuando llegó la hora de los cambios, Jorge Almiron, sacó al mejor jugador de su equipo y nunca más pudo sostener la pelota ni llegar al arco rival.