Parece lejano cuando la noticia recorría todo el mundo. En un mar de incertidumbre, dónde nadie quería asumir, aceptar o informar lo que estaba pasando. El día que el mundo lloró.
Era una tarde del 25 de Noviembre en el año 2020, dónde ocurrió la desgracia deportiva más grande de la historia. Había fallecido Diego Armando Maradona. Todavía se recuerda ese día, cielo lluvioso, en medio de una pandemia que nunca olvidaremos.
EL SUCESO
En un Miércoles nublado, con una llovizna quisquillosa, en medio de problemas que quedaron minimizados cuando se conoció lo peor. En su casa, ubicada en el barrio privado de San Andrés en la localidad de Tigre, dónde las ambulancias no paraban de llegar y el susto era muy grande.
Sucedió lo inesperado, lo que creíamos que jamás iba a pasar, y se dió. Todos los portales del mundo notificaban que a «D10S» habria sufrido un paro cardíaco al que no soporto. Cabe destacar que días antes, había Sido operado de la cabeza.
Siempre lo recordaremos con sus frases que sigen más vivas que nunca, sus gestos, sus apariciones y sobre todo su escencia. Cómo persona cuestionada, pero como jugador admirado por los mejores, dos años sin el «10». El día que el fútbol murió.
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